Durante los últimos años me he adentrado en una pequeña comunidad en la Sierra del Rosario conocida como “Cinco Pesos”, en el municipio San Cristóbal en la provincia de Artemisa. En ese lugar he conocido excelentes personas a las que ahora me atan fuertes lazos.

Cuando estoy allí o en cualquier otra zona intrincada y alejada de los artilugios tecnológicos, mi mirada detalla mientras la cámara enfoca las manos de los hombres que trabajan en el campo. Hombres humildes, de manos fuertes y ásperas que el tiempo y el trabajo duro han esculpido.

Desde que me dedico a la fotografía este es uno de los temas que más he disfrutado hacer. He tenido la grandísima oportunidad de inmortalizar estas manos que cuentan historias, pero sobre todo después de compartir varias jornadas, estrecharlas, dando comienzo a verdaderas amistades.